sábado, 22 de febrero de 2020

Cinco horizontes de Ronchamp.

Cinco horizontes de Ronchamp
Una peregrinación y un libro: fotografía de Salvador Melián

Juan Ramírez Guedes 

 





















 El libro

 


















 

 Making off


 
En abril de 2019, Salvador Melián, arquitecto, fotógrafo y viajero inteligente emprende una peregrinación solitaria a diferentes lugares lecorbuserianos. Una de las estaciones, es la que dedicó a Ronchamp, acompañada de la lectura de libro Cuatro Horizontes. Una visita a la capilla de Ronchamp, donde se narra la visita al lugar de John Berger, John Christie, sor Telchilde Hinckley y sor Lucía Kuppens que con diferente extensión cuentan sus visiones de la capilla en un particular "horizonte" que cada uno construye con su mirada de los cuatro puntos cardinales de la geografía y del pensamiento. 

Como dice Josep Quetglas "Habitualmente, Le Corbusier comienza un proyecto estableciendo con su mirada y sobre el papel los cuatro horizontes. No cabe interpretarse esto como una recepción pasiva del paisaje, que quedaría registrada en el dibujo. Es, al contrario. la mirada de Le Corbusier quien funda el paisaje..." caben entonces otras miradas que se superponen en el palimpsesto ideográfico de Ronchamp, del paisaje y la piedra, del cielo, el suelo y el horizonte que los conecta, como las miradas de John Berger y sus compañeros de peregrinación, como la mirada incisiva de Salvador Melián.

Creo que Salvador Melián con su fotografía construye un quinto horizonte que además de suponer una extraordinaria aportación visual de gran belleza, nos ayuda a reconocer la enorme capacidad de sugestión de esta pieza y su forma de estar en el paisaje, en el paisaje real o el paisaje de los ensueños que sus inacabables posibles lecturas nos permiten, por mucho que su camino sea un caminar sobre piedras desgastadas.  

Sueño y ensueño de una noche de primavera que nos ofrecen las inéditas fotografías nocturnas de Salvador Melián. Un quinto horizonte de Ronchamp.







 

Referencias

John Berger el alt: Cuatro Horizontes. Una visita a la capilla de Ronchamp de Le Corbusier.  GG. , Barcelona , 2015

Josep Quetglas: Breviario de Ronchamp. Eds. Asimétricas, Madrid, 2017.

lunes, 3 de febrero de 2020

Sobre la nitidez y la borrosidad en la arquitectura contemporánea










Lo nítido y lo borroso

Las relaciones entre habitar y representación, como claridad y evanescencia, emergen como condiciones de complejidad y contradicción en la arquitectura contemporánea

Juan Ramírez Guedes

Sirvan para abordar esta fugaz reflexión sobre el panorama actual de la arquitectura contemporánea las dos imágenes que acompañan a estas líneas. Se trata de dos obras recientes de un mismo estudio internacional, la firma Herzog & De Meuron, ambas correspondientes a edificios recientemente terminados en dos lugares diferentes del mundo, casi situados en las antípodas, Madrid y Beijing. Son dos edificios de “cultura y deportes”, dos categorías programáticas privilegiadas dentro del contexto de una producción arquitectónica universal en muchos casos encaminada a la construcción de una imagen emblemática que cristalice en un objeto, un discurso de hegemonía social y política, una emblematicidad sin ambages.

La reducción que se opera a través de esta selección: dos obras de los mismos autores, del mismo año, de similar condición de iconicidad, paradójicamente, desde su propia reducción encuentran, sin recurrir a un discurso genérico, un “campo expandido” de significación que sirve al propósito de hablar de esa complejidad y esa contradicción, que se nos presentan (todavía hoy, tanto tiempo después de la publicación del libro homónimo de Robert Venturi) como, tal vez velados, atributos esenciales de la arquitectura contemporánea.

Y es que la arquitectura contemporánea, la que se nos hace más patente en los medios de comunicación de masas, incluida internet, pero también en las publicaciones especializadas e incluso muchas veces en las aulas, es una arquitectura litúrgica, consagrada a la representación, antes que a la “presentación” del habitar. En esa distancia entre los objetos del espacio representable y el espacio vivible, late una contradicción inherente a esta arquitectura de la vida “otra”, la vida más allá, o más acá, del habitar, la vida ceremonial y sobreexpuesta de los museos y los estadios, de los espacios de la celebración del consenso, espacios como los de estos dos objetos que presentamos en esta apresurada y obligatoriamente comprimida reflexión.

Pero aun en la conciencia de esta contradicción que en cierto modo desnaturaliza alguna condición ontológica de la arquitectura, como arte utilitario, estos objetos manifiestan también una complejidad que les hace trascender por sobre aquella contradicción limitante. Y es aquí donde la crítica tiene que volver sobre su discurso y reconocer en las vibrantes formas del Caixa-Forum, en su inquietante levitación, en el extrañamiento que produce la superposición de volúmenes heteroglósicos, en su extraña relación con el vacío de la plaza, la capacidad de conmover, atraer la sensibilidad del espectador y transformarlo en un “habitante” sacado de una rutinaria práctica insensible del espacio, para, al menos, hacerse algunas preguntas… y marcharse para volver otra vez a un enigma que resuena en la retina como un cuadro de De Chirico.

La nebulosa imagen de “El Nido”, rodeada por las brumas de la contaminación producto de la actividad de la gigantesca aglomeración de Beijing, ofreciendo la perfecta transfiguración de una visión de un futuro como el de Blade Runner, donde el discurso tecnológico y el deterioro ambiental coexisten sin solución de continuidad, nos informa también inquietantemente sobre nuestra condición de habitantes contemporáneos; el contraste de sombra y luminosidad del Forum aquí se reformula en la recombinación fractal de la claridad y la perfección tecnológica con la fluida y entrópica evanescencia del mundo . La coexistencia de lo nítido y lo borroso: las condiciones de la arquitectura contemporánea.

Nuestra condición.